Se trata de un agradable paseo que se puede realizar perfectamente en una mañana. Partimos de Pontón Bajo, siguiendo el cauce del Segura, por un carril que discurre paralelo al río, a la sombra de arboledas singulares como la de los abedules de la zona. Al llegar a la confluencia del Segura con Arroyo Azul, cogemos un carril que remonta dicho arroyo. Vamos caminando en las cercanías de chopos, nogales, árboles frutales de antiguas huertas, avellanos y aceres. Ni que decir tiene que este paseo en otoño es espectacular por la cantidad de vegetación de hoja caduca que hay. Finalmente el carril se transforma en sendero y llegamos a unos abrigos rocosos utilizados para guardar el ganado.
Aquí el arroyo se divide en dos, cogemos el ramal de la izquierda y continuamos subiendo. Aquí el paisaje cambia, dejamos la vegetación de ribera, y entramos en una especie de estepa con curiosas formaciones rocosas. Andamos por prados abiertos y despejados hasta llegar a Ponton Alto. Desde aquí seguimos de nuevo el cauce del río Segura, por una pequeña senda que une los dos Pontones. La vegetación se hace espesa y fresca, con especies propias de latitudes norteñas como el avellano. Pasamos por una zona de huertos primorosamente cuidados y entramos a Pontón Bajo, por la hospedería Refugio del Segura. Nos hemos cansado lo suficiente para hacer ganas de unos refrescos en alguno de los bares de Pontones.