Salimos desde Santiago de la Espada y nos dirigimos hacia la aldea de la Matea donde empezaremos nuestra ruta. Una vez aquí atravesamos la población y comenzamos a subir por la cuesta que nos lleva hacia la cruz de la Matea. Llegamos a lo alto del cerro de la Matea, nos encontramos en un bosque de encinas, único en esta zona.
En nuestro camino encontramos una zona en la que hay muchas peonías, una de las mayores densidades del parque. Aprovechamos para desviarnos y asomarnos al cerro del Tamboril desde donde vemos las Casicas, el Cerro de las Nogueras, el Cortijo de la Molata y una estupenda vista de la Vega. Después desandamos el camino, bajamos y tomamos una antigua senda que nos lleva hacia el Castellón de las Nogueras, paramos para refrescarnos y contemplar las vistas de la Vega de Santiago.
A partir de aquí, vamos por antiguas sendas a orillas del Muso, caminamos al lado de las huertas de la gente de la Vega. Debido a algunas cercas de huertas, la progresión se hace un poco más difícil.
Conforme avanzamos llegamos al Cortijo de las Nogueras, una pequeña aldea de casas blancas. Continuamos hasta llegar al Nacimiento del Berral que da riego a la Vega. (Valle del entorno de las Aldeas).
Al hacerla en primavera caminamos en medio del verdor de la Vega y sus arroyos.