
Se trata de una de las rutas más bellas y clásicas del Parque, es bastante frecuentada a causa de su fama.
Comenzamos nuestra ruta en la aldea de Loma de María Ángela, perteneciente al municipio de Santiago-Pontones.
Dejamos los coches en el aparcamiento que hay junto al río al lado de la barrera del carril. Cogemos un carril que encontramos a la derecha y nada más comenzar nuestra caminata llenamos nuestras cantimploras en una abundante fuente (Fuente de los Astilleros) es la primera de las muchas que nos encontraremos en el camino.
En el valle por el que transitamos predominan los pinos resineros y carrascos bajo los que domina, en algunos lugares, un espeso matorral de arbustos. El otro elemento importante del paisaje es el propio río, que en algunas épocas del año lleva una impetuosa corriente de agua que se agita sobre el rocoso lecho.
En los comienzos de nuestro recorrido, nos llamarán la atención las morfologías que corresponden a la estratificación de las rocas. El paso de las aguas, al erosionar estos estratos calcáreos, ha creado curiosos escalones rocosos.
Seguimos nuestra andadura y pasamos por el Charco de la Gracea, desembocadura del arroyo de las Truchas, éste último recoge las aguas de dos tributarios: el arroyo de la Gracea y el de Guadahornillos.
Avanzando nuestra pista, llegaremos al puente de los Caracolillos y a la izquierda de este, en el sentido ascendente podemos observar un pliegue anticlinal del terreno.
Más adelante nos encontramos con la Cerrada de Elías, un paso artificial de madera que cruza el río por varios puentes de madera, donde los pocos metros de anchura de esta garganta obligaron a la construcción de unas pasarelas de madera que facilitan el tránsito por este bello entorno.
Caminando de nuevo por la pista, comenzamos a subir un poco más acusadamente. Tras la Cerrada de Elías, el valle se ha ensanchado pero las montañas que nos rodean han elevado su altura. Nuestro carril remota un repecho, ya que el río se encaja en otra cerrada. Tanto por debajo de la pista como por encima, aparecen acantilados.
Aproximadamente un kilómetro más adelante llegamos a Huelga Nidillo, desde donde podemos divisar la canalización de metal que baja hasta la central.
Siguiendo nuestro camino volvemos a cruzar el río llegando a la central hidroeléctrica, esta central aprovecha las aguas del Río Borosa que le entran a través de una canalización que desciende vertiginosamente desde el Picón del Haza, moviendo sus turbinas que producirán energía eléctrica y devolviendo el agua a su lugar de origen una vez cumplido su cometido.
Aquí abandonamos el carril y continuamos por sendero. El terreno comienza a ganar altura de forma abrupta e inexorable hasta el inicio del primer túnel, durante este tramo divisaremos numerosos saltos de agua, que finalizará con el salto de los Órganos, a pesar de tener una considerable altura (60 o 70 metros de caída), su mayor belleza es el gran caudal que desaloja. No obstante, desde que se construyó la central eléctrica, sólo brota con pujanza tras periodos húmedos o épocas de deshielos.
El camino sigue este canal y se introduce en un túnel que perfora el picón del Haza. El túnel posee unos respiraderos, a modo de ventanas, que se asoman al abismo y nos permiten contemplar unas magníficas vistas. En esta oscura travesía es aconsejable utilizar una linterna, pues aunque hay huecos en la roca para que entre la luz, resulta algo escasa.
A la salida, el paisaje ha cambiado y estamos rodeados de esbeltos pinos salgareños. Pasados los túneles, llegamos al embalse de Aguas Negras. En el inicio de la presa a la izquierda sale un sendero, el cuál se dirige al Nacimiento de Aguas Negras.
Continuamos hasta la Laguna de Valdeazores, esta laguna es la única laguna natural permanente que hay en el parque. Desde el otro lado del muro se puede contemplar una panorámica de toda la laguna. Esta acoge una sorprendente flora y fauna lacustre, entre la que sobresalen los ánades reales, fochas y pollas de agua.
Siguiendo un poquito más llegamos hasta Collado Bermejo, nuestro último punto a visualizar de nuestra ruta, al disponer de dos coches, hemos dejado uno en nuestro punto de inicio y otro aquí, evitando así la vuelta por el mismo lugar, aunque se podría retornar por el mismo camino y poder grabar mejor en la memoria las sensaciones vividas en el trascurso de esta increíble excursión.

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Ficha de Ruta